La craneosinostosis resulta de una fusión prematura de una o más suturas craneales, conllevando una deformidad ósea que precisa de reconstrucción quirúrgica, para evitar la anormalidad de la bóveda craneal y los daños en el desarrollo neurológico que pueden acontecer en estos pacientes. Su incidencia se estima en 1 por cada 2.000-2.500 nacimientos vivos, siendo lo más común la fusión precoz de la sutura sagital1. Tal y como demuestran Shillito y Matson, en una serie de 519 pacientes, la sutura sagital estaba afectada en el 56% de las ocasiones, siendo la afectación simultánea de varias suturas un 13%3.
Las suturas son definidas como articulaciones fibrosas que mantienen unidos los huesos planos que conforman la bóveda craneal, existiendo 4 suturas mayores, que se cerrarán posnatalmente. La sutura metópica (unión de huesos frontales) se cierra a los 2 años de vida. En cambio, las suturas sagital (unión entre los 2 parietales), lamboidea (unión parietooccipital) y coronal (unión frontoparietal) lo hacen más tarde.